domingo, 20 de mayo de 2007

Viaje por una ilusión II Parte

Tras visitar "El Rastro" me di fuerzas para hacer la fila que todo el mundo hace para entrar al Museo Del Prado…valía la pena, ver a Las Meninas de Velásquez frente a mi fue una experiencia inolvidable. Picasso, Goya…estaba realmente frente a sus pinturas, si, esas que miles de veces vì en libros pude observarlas por horas, tranquila, inspirada, sorprendida.

Apenas llevaba dos días y ya estaba feliz de lo visto, el Palacio Real es una gran muestra de lo que es la realeza para esta sociedad, miles de ventanas por las cuales los españoles tratan de curiosear algo de la forma de vida de estas celebridades tan lejanas a nosotros. Una mañana otoñal me permitido disfrutar de su esplendor y alrededores, el blanco tan blanco sin duda sirve para generar la necesaria distancia entre los reyes y sus súbditos…

Los paseos, las largas caminatas, tranquila, respirando profundo, sin ningún apuro, sin nadie que espere me permitían disfrutar cada rincón que iba encontrando…las piernas de jamón serrano colgadas en cuanto bar había, los españoles y sus cañas, las largas conversas, todo todo era novedad, y nada absolutamente nada de lo que iba pasando y pasaría sería azar, eso no obstante, lo estaba por saber.

Tras una noche en que conocí el Café Van Gohg y me fotografié con sus pinturas hasta decir basta, partí de mañana y deje descansar a Madrid de mis ansias, para recorrer Toledo, tenía expectativas pero estas fueron más que cumplidas. Puede haber un lugar más bello, habrá otra constatación tan certera de que la Edad Media existió, “Oh Mio Cid Campeador”, conocí tus calles y tus castillos, y ahí vamos todos, asombrándonos casi hasta las lágrimas para descubrir las grandes murallas y los ríos que cortan la ciudad y las espectaculares leyendas que la cruzan de esquina a esquina.

Gracias por tanta belleza Toledo…tus colores me hacen dormir cada noche un poco más en paz.

Toledo, Edad Media, color tierra que hace sentir, viviendo la historia por dentro, 28 de Febrero 2007.




Toledo sin duda me alucinó y estaba muy expectante porque sabía que esto recién estaba comenzando, llamé a mi madre para decirle, no sé que voy a hacer ya no quepo en tanta emoción, y me falta, Sevilla, Barcelona, Granada, Romaaaaaaa, uffffffff como tanto. Bueno deje Toledo con una gran alegría, atrás queda ese maravilloso color tierra y esos muros que hoy no ponen ninguna defensa. De vuelta en el tren ya empezaba a pensar en Sevilla, antes una última noche en Madrid y un encuentro inesperado cambiaba mis planes y visión de las cosas.

Mi idea era solo salir a pasear para despedirme de Madrid antes de dejarlo por mi mini gira, y bien en una esquina cualquiera me encontré con una ex compañera de trabajo y bueno nos fuimos como dirían los españoles de marcha, una marcha, dos marchas, bien, todo bien, la distancia hizo de este encuentro un momento especial con Daniela.

Bien dejo la marcha, ahí voy Sevilla, la perdida del tren me obligó a tomar un AVE, yupiiii otro de mis sueños se hacía realidad, que días más intensos, a kilómetros de casa y en paz.


Volando por tierra a Sevilla, 1 de marzo 2007
Continuará...

2 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

Hola Mariela. Cómo te ha tratado El Emperador.

No olvides exigirle viajes y regalos. Para que se vaya acostumbrando.

Besitos.

Vestal dijo...

UN Abrazo gigante para usted....
y cuenteme como le va !!!
besos
PAo